martes, 24 de mayo de 2011

Rydeen 3.0



Esperábamos con los ojos abiertos a que el sol apareciese en el horizonte. Nuestros cuerpos cansados, nuestras mentes vacías. Nada cambia, todo permanece; el reloj se ríe sobre la torre, sólo esperamos que algo suceda, que la brisa nos arranque una leve sonrisa para que podamos sentirnos vivos.

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