martes, 3 de mayo de 2011

Velocidad

¡La raya, la raya! Gritaba desesperado. Te la habrás esnifado, so capullo. No, no es esa raya, es la línea que no hay que cruzar...o si. ¿Cruzar? Si, cruzarla para perder, para hundirse, para no pensar más.
Le dejamos allí, palpándose el cuerpo...quizás buscaba la raya, la línea u otra cosa que le hiciese llegar hasta el próximo aman
ecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario