viernes, 27 de enero de 2012

Nak 60.1

Nak cerró los ojos y se fue quedando dormido gracias al silencio y el traqueteo de las vías. El tranvía se deslizaba por los raíles de vanadio arrollando ancianos, lisiados pedantes y prostitutas despistadas. No era extraño, Funnytutti dormitaba en el asiento del conductor, además nunca había manejado un tranvía azafranado y fantasmal mientras el viento desgajaba jirones de noche y aullidos placenteros de los locos del manicomio municipal atados a los parachoques del tranvía. Desde lejos se empezó a escuchar como llegaba la lluvia, lenta y pegajosa, con enormes goterones que ahogaban sueños y habitantes de las cloacas.
Nak abrió los ojos para seguir soñando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario