domingo, 25 de noviembre de 2012

Sin remordimientos

No tiene conciencia ,a pesar de si mismo y de su cuerpo cubierto de sangre, al regresar a casa.Nada le importa,no hay sombras en su proceder ,ni cuando le duele el brazo tras horas de blandir el instrumento que causa daño y terror. No hay arrepentimiento al recordar los ojos reflejando el pánico y la desesperación.

Tiene la mirada de aquellos que saben para que están en el mundo al recoger su uniforme manchado para enterrarlo despacio en la lavadora.
Se arrebuja en su cama caliente y jamás piensa en las reses que aguardan su hora en el matadero.

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