lunes, 4 de marzo de 2013

Nak 191.0

Empezar la condena cotidiana de mañanas frías con soles ausentes.Los ñandúes polacos se esconden en los soportales aguardando a los tratantes de sueños.
Nak espera el comienzo sin esperanzas ni especiales deseos.Una fina línea amarillas recorre eun cielo magenta demasiado lejano.
Un paso tras otro y Nak echa a andar hacia el malecón eludiendo las miradas tristes de las mujeres baratas y de los Ciudadanos con la bragueta abierta.
Caminando hacia el comienzo del fin,atrapado por sus alas inútiles y sus sueños arrugados bajo la almohada.

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