Tu verano,mi condena;nuestro desastre,vuestro placer.
Vuestros aciertos,nuestros errores;tu victoria,mi derrota.
Y así,en una letanía inconexa,hasta que los sueños devoraban a Nak,las palabras se amontonaban entre las sábanas usadas y el goteo del grifo.
Y amanecía en azul sucio mientras Nak seguía luchando contra sus miserias.
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