sábado, 6 de julio de 2013

Nak 212.0

Nak aguardaba que la noche finalizase en una cascada de sabores místicos,en una explosión de aromas de santidad,pero solamente quedaba la densa brisa cargada de olor a sudor rancio y el sabor a hierro oxidado,que ensucia sus sábanas ajadas, quemándole la garganta 

No hay comentarios:

Publicar un comentario