Hace tiempo Nak guardó como un pequeño tesoro una mirada triste y una caricia leve.Intentaba recuperarlas mientras remataba su penúltimo vodka recalentado,solamente pudo encontrar vacío,silencio y enorme peso en el alma.
Los ñandúes polacos sonríen tontamente y los tratantes de sueños se colaban en las camas de las adolescentes salidas.El verano continuaba asesinando realidades.
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