martes, 27 de octubre de 2015

Nubosidad variable.

Dolor en la espalda.Despertar sin reconocerse.
Soñar con otros amaneceres.Pesadillas todavía atrapadas en la comisura de las párpados.El día se alarga en una tortura y poco importa saber que sol saldrá de nuevo.
Lentamente la niebla desaparece de los sueños y comienza a mostrarse una luna roja tan espantosa que tienes que despertar empapado en sudor.
Afuera llueve y el cielo continua tan gris como sus recuerdos.

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