sábado, 9 de febrero de 2019

Nak 438.0

Miraba hacia el frente,su cara con una expresión entre desafiante y cansada. Sus ojos parecen mirar muy lejos en el espacio y se pierden más lejos aún en el tiempo.Detenido en el mismo instante en que apagó su memoria,desliza una mirada esquiva entre los pedazos de papel que se arremolinan a sus pies,como versos de otras vidas agitados por el viento húmedo y helador colándose bajo su abrigo raído haciéndole tiritar como sólo el invierno y los recuerdos consiguen hacerlo, como sólo las palabras silenciadas pueden estremecer.
Fragmentos de recuerdos que comienza a dudar que hayan sucedido alguna vez,rostros de seres que tal vez no hayan existido jamás  o sean reflejo pálido de pesadillas inventadas.
Y aún así queda una certeza,tal vez sólo una,ese dulce aroma a realidad del vaho templado y sordo que rezuma del fondo de las alcantarillas,ese leve hedor a vida que se impregna en la ropa y en la garganta,ese aroma a nada más que oscura soledad que golpea silenciosa aguardando el momento de la caída,esperando el momento en el que ya sólo quede la sensación de un sonido coloreando el aire viciado de la mañana.
Nak,agotado ,se derrumba sobre el duro asiento del tranvía aguardando llegar a cualquier lugar donde le puedan lamer todas sus heridas.