El silencio ocupa tanto espacio que devora los recuerdos de los gestos, que se lleva las memorias de las caricias
Para Nak existe algo peor que el silencio: las palabras hipócritas y frías revestidas de falso cariño. Esas palabras lanzadas como quien arroja comida a los patos famélicos del estanque. Palabras para justificar relaciones de poder .Palabras que, tras su apariencia meliflua, esconden el poder del más poderoso veneno.
El silencio ocupa demasiado espacio y Nak hoy no tiene fuerzas para aullar.

