Intentar diseñar una estrategia.Planear las posibilidades. Soslayar las expectativas y sólo contar con las esperanzas.Lograr llegar al final para intentar comenzar de nuevo.
Todo bien medido en su cabeza.No hay nada dejado al azar y,mientras tanto,Nak sonríe en un rincón aguardando que Molibdeno deje de vomitar estrellas sobre las calles heladas.
Estudios totalmente planificados que se pueden ir al garete en un instante,sólo porque una brisa perdida de las montañas levante las faldas de las jóvenes.
En su mente todo parecía correcto.
Nak asentía intentando recordar donde había visto aquella cara que parecía ensimismada en cuentas y balances.Volvió la vista hacia Molibdeno y entonces supo que ellos también habían desarrollado una estrategia y que la noche sería larga ,sudorosa y con sabor a sal.
La señal.El lucero del alba juega al escondite entre las sábanas de otros atardeceres.La línea del horizonte.Púrpura.El roce con la yema de los dedos.
Tan lejos y aún así Nak siente la brisa salada en el rostro y cree escuchar el Océano.
Espejismo.Luz tenue Suspiros.Jadeos.
Historias que hablan de hombres del espacio.Historias que hablan de planetas.
Cuentos sobre conductas.Fabulas de hormigas y cigarras.Relatos de duermevela.
Noches sin fin,noches para aguardar otros sueños,para atrapar otros mundos.Noches para poder volar fuera de la ciudad y aguardar amaneceres con olor a fiebre.
Al asomarse al abismo sólo encontró oscuridad.La mano que tanteo el espacio.Vacío . Frío.El hielo en los dedos.
Tan negro que ya apenas sentía pánico, sólo deseaba alcanzar la otra orilla de lo desconocido para hacerse allí un ovillo y dejar que el tiempo le sobrepasase.
Notaba la oscuridad densa en las yemas de sus dedos,el vacío que le helaba lo poco que le quedaba de alma ,la angustia agarrada al pecho.
Seguía ahí,apretando el inútil corazón de Nak que ya había agotado cualquier posibilidad de redimirse.
Levantó la mirada y sólo pudo oler el Océano gris mientras la tarde rodaba en azul fiebre y su hígado era devorado por las mariposas.
Calles estrechas y mojadas.Curvas.A lo lejos una playa.Alguien susurra en el oído de Nak :"Escucha,es el Océano".Pasa un tranvía.hacia abajo, alocado que está a punto de atropellarles.De repente,otro más :pero hacía arriba. Nak puede sentir el olor de la pintura del tranvía y no puede dejar de ver la cara del conductor,con una sonrisa macabra,y las manos de los Ciudadanos saludándoles.
Sonríen y se aprietan más,buscando la orilla de la calle en curva.Se huele el mar y la noche ha caído sin estrellas .
Ya no hay calles,sólo grillos,luna,el rumor de las olas y el olor a arena húmeda.
Un vestido azul marino.Recostada sobre un lecho de hierba. Los labios entreabiertos.Susurro.Roce.
El estremecimiento.Suavidad morena,El tiempo no se detiene,se estira en un vórtice rosado,salado y húmedo del que Nak no desea escapar.
A lo lejos pueden intuirse las chispas que arranca el tranvía a los raíles mientras se desliza,loco,por la cuesta,buscando amantes a los que atropellar.
Reflejo de la luna en el Océano,el rumor de las olas.Sal y sudor.
Sobre la hierba un vestido azul,caricias olvidadas,el sabor de los sueños y los arañazos en la espalda.
Al salir del abismo negro Nak sólo encontró indiferencia gris,tardes de lluvia,insultos velados y spleen de diseño en los bares vacíos.
Al emerger del abismo negro Nak se vio reflejado en el espejo y supo que se había contado hermosas mentiras.
La herida no cerraba y seguía supurando,pero Nak mantuvo la mirada,bebió un trago de licor amargo y buscó el consuelo de plástico entre sábanas raídas.
Salir sin mirar hacia atrás.Devorar el asfalto como si no hubiese un mañana.Mirando siempre hacia un horizonte púrpura e irreal. Escaparse hacia otros sueños mientras en la radio suenan voces irreconocibles.
Idiomas inventados.Señales que ya nadie comprende.Un lenguaje fabricados con signos prohibidos. El dedo sobre los labios y un amanecer que jamás verá.
Correr para sentir la brisa en la cara.
Sabes que no hay manera de evitar que siga corriendo hacia la nada,que siga queriendo alcanzar aquello que sólo se consigue en amaneres imposibles.
