Mezclemos el silencio sensual con optimismo de marketing,añadamos medias palabras y tristeza de diseño;se macera con comentarios inanes camuflados entre llamadas inoportunas.
Obtendremos algo tan falso como una moneda de tres euros y unas enormes ganas de vomitar estrellas negras.
Preséntese muy frío y con indiferencia...así,al menos,no sufrirá su buen gusto.
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