Podría escuchar como se deslizaba la noche sobre sus pesadillas,como las garras arañaban su sueño y Nak se resistía a cerrar los ojos . Sabía que ,cuando lo hiciese ,el abismo volvería a rodearle y se sentiría tan ajeno a todo que temía volverlos a abrir.
Al amanecer seguía añorando las zarpas de las pesadillas y el dolor de saberse vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario