viernes, 28 de febrero de 2020

Are you here?


El regreso. Eterno retorno. Caminos sin fin, sendas que llevan a ninguna parte y a todas las pesadillas.
Esa canción que se repite en otros labios, en otros días; en todos los sueños.
El sol recalentando la chapa del capó. Insectos suicidas. Una mano huérfana de caricias.
Hipnótico, sensual, desconocido. Sudor, sed y voz ronca. Borroso como la fotografía que jamás recibió.
Fin de fiesta. Bozales y correas en el asiento de atrás. El retrovisor devuelve la imagen imposible, el encuadre tramposo de lo que no sucede.
Lo saben y saberlo no lo hace ni distinto ni más fácil.
Hipnótico, reconocido, sexual; voz ronca. Las palabras rodando por sus labios y los ojos incapaces de esconder nada.
La piel como coraza. La coraza más sensible.
Dual, cambiante; la constante se mantiene. Hay rastros que no se logran borrar por muchas palabras que se coloquen encima. Dual, constante; el cambio siempre presente.
Los espejos, el cielo, azul violento, que no acaba de romperse. Otra vez esa canción. Cerrar los ojos y volver a sentir lo que siempre está ahí, lo que permanece latente y se despierta travieso, zigzaguea como una lagartija traviesa para atravesarte las tripas.
Y lees y sé que estás ahí.







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