lunes, 31 de enero de 2022
Nak 492.0
viernes, 28 de enero de 2022
Nak 491
Cansado de jugar al gato y al ratón con sus deseos más oscuros decidió jugarse el todo por el todo. La partida fue dura, y, aunque el oponente no parecía tener demasiado interés en llevar a cabo ningún movimiento decisivo, pudo conseguir la victoria perseguida.
Celebración. Ríos de vino barato y vodka de dudosa procedencia. Ciudadanos vomitando azul sobre la moqueta. Música que hacía sangrar los oídos. Jóvenes, de expresión bovina, comiendo flácidas pollas mientras acarician, mecánicamente, sus sexos secos. Nak creyó ver a Molibdeno liando un porro y bebiendo bourbon que resbalaba por los pezones de una mujer de largas piernas. En aquella fiesta había algún en el que se traficaba con sueños húmedos y pesadillas pegajosas
Terminó ,absorto frente al espejo del baño, preguntándose si no habría sido excesivo apostar su alma en el envite para una victoria tan vulgar.
Ian Curtis
Las únicas relacionas monógamas que acaban funcionando a largo plazo son las unipersonales y, en ocasiones, ni esas llegan a feliz término pues están pendientes de un tenue hilo.
Photo by Daniel Case
jueves, 27 de enero de 2022
Little storms
Atracción. Las leyes de la Gravitación Universal. Cuerpos celestes. Allá arriba se rie de ti una luna de pacotilla.
Gusto. Los sabores perdidos de la adolescencia, los sabores prohibidos de la edad madura.
¿Por qué?
¿Qué es lo que hace surgir tormentas en vasos de agua?¿Quién hace aparecer vendavales en los cuartos vacíos? ¿Dónde esconderse cuando todo parece perdido? Bendita ignorancia
Esperó respuesta hasta que supo que los espejos no hablan.
Nak 490.0
La piel, territorio de batallas incruentas, se erizaba con el roce sabio y travieso. Sentía su respiración contra su cuello. Entrelazados en penumbra envueltos en música, saliva, sudor; ya no están jadeantes ni con las mejillas arreboladas. Sus bocas aún saben a sexo, palpitante y cálido. El aire cargado de ese olor tan conocido y deseado. Notando como sus dedos recorren caminos en su piel, buscando atajos, encontrando rutas, retomando singladuras.
Encuentro de miradas. Brillo, travesura, picardía. Desperezarse entrelazados intentando vencer la tentación de nuevos desafíos y cayendo en ella plenos de sonrisas, distendidos y cómplices.
Abrazos y despedidas con guiños y promesas. Nak se quedó un momento embobado por sus largas piernas morenas, su piel cetrina y su cabello negro como el ala de un cuervo.
Ojeó su teléfono para comprobar si se había confirmado la cita pendiente desde hacía varios días. Sonrió, ciertas costumbres no cambian; en ocasiones conseguir cuadrar horarios era mucho más complicado que organizar una cumbre del G7.
Esperó relajado, todavía había tiempo para cerrar los ojos y recuperar olores, caricias y palabras; siempre las palabras. Esperó a que sonase el teléfono, se estremecía antes de escuchar su voz y sólo quería encontrarse en sus ojos sabiendo que nadie jamás le había mirado ni lo miraría de esa manera.