Los sueños recurrentes de susurros en el oido comenzaban a perderse entre las sábanas usadas.Palabras que ya no significaban nada acariciándole su lento despertar. El sol resbalaba por el horizonte mientras comenzaba a caer un nuevo aguacero extraño sobre las fotos que nadie vería.
Sueños imposibles para mañanas improbables que aún no consigo recordar.
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