Las noches,que siguen siendo la tumba de los sueños,se apilan en su memoria sin orden aparente.
Nak se obliga a recordar momentos extraños en sórdidas habitaciones de paredes manchadas de pesadillas para poder afrontar estas noches azules de viento contrario,pero solamente consigue ahuyentar la risa y las caricias.
Poco a poco paree que el sol bobo y frío intenta salir tras las colinas flotantes para que Nak consiga conjurar su destino cíclico.
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