Las tristes horas de la noche en las que Nak apenas recuerda quien fue y solamente esquiva las miradas anodinas de los ñandúes polacos,los ojos de las jóvenes deseosas de las carteras repletas de los Ciudadanos y los sueños envenenados.
Nak espera el amanecer escuchando músicas del pasado y recordando que ya no tiene lágrimas.
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