jueves, 9 de junio de 2011

Nak 18.0

El cadáver sonriente come con  fruición los hígados de los niños inmolados en honor del santo icono escondido en un guardarropa parea evitar la extraña sabiduría de los tratantes de sueños.
Pasear observando sus caras bovinas.Desidia. Un bar vacío.Un viejo muere sobre el asfalto. Pedir un café que limpia el esófago, el estómago; pero no el alma podrida en poder de los recuerdos.Grandes titulares sobre la Bienal de Seres en Rydeen.

BIENAL DE SERES DEFORMES, DE NIÑAS MENOPAUSICAS CON  ALIENTO A CERVEZA CALIENTE Y MEJILLON PODRIDO

BIENAL DE SERES NORMALES CON CIUDADANOS PUNTILLOSOS ASIMILANDO EL CUARTO CRECIENTE, MATANDO BEBES CON SUS DIENTES MANCHADOS DE NICOTINA

Una radio canta desde el interior de una pecera.

ACUDA A LA BIENAL DE SERES VULGARES CON EMBARAZADAS SEROPOSITIVAS Y FUTBOLISTAS ENCOCADOS.

El camarero se hurga el oído y se come la cera. Restos del viejo decrépito recogidos por el pinche del bar para hacer empanadillas, croquetas y pinchos morunos que hagan engordar a los Ciudadanos de labios grasientos y mentes putrefactas. Una paloma picotea la sangre reseca sobre el asfalto.

BIENAL DE SERES DEFORMES

Los peces descoloridos gimen de placer al escuchar las canciones y las señales horarias.Un niño señala a un cadáver sonriente escondido en el guardarropa.Sopla el viento cargado de lluvia que va a limpiar las calles del paso de cientos de onanistas por el parque.Los Ciudadanos follan como rinoceronte impotentes, como hienas histéricas, como ladillas de origen deleznable.Pedazos de si mismo sonriendo en los espejos.Los relojes asesinan la vida a cada minuto.

BIENAL DE SERES ACUSTICOS : EL BUFON PEDORRO, EL CIUDADANO RESPONDÓN,EL VIOLADO HISTERICO,EL MARICON AL AFEITARSE LAS CEJAS EN SECO.

La vida inédita que reflejan los efímeros espejos.La muerte hace círculos concéntricos alrededor de los niños con tos de lata.Un Ciudadano rebana,con un hacha mellada, el cuello de su amante de culo fofo.

El teléfono que escupe palabras ácidas en la oreja del  muchacho que recogió los restos del anciano. Nak logró despegarse del asiento para caminar con paso vacilante hacia el prostíbulo donde solía parar Molibdeno. Los Ciudadanos regresaban de sodomizar a las huerfanitas del asilo, hurgándose la nariz y comiéndose los mocos. Un cadáver sonriente se retorcía de risa en el guardarropa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario