"Dadme esas hermosas puestas de sol con horizontes encendidos,dadme brisa de sal y olor a marea,dadme un buen vaso de vino fresco...dadme eso y seré capaz de ver como los gusanos devoran las mariposas,como los buitres planean en un cielo asombrosamente azul,como los labios permanecen sellados;y aún así seguiré sonriendo."
Nak pagó las copas del inútil y seboso oficinista quejoso mientras pensaba que afuera seguía haciendo demasiado frío como para buscar mujeres de andares vacilantes y mirada turbia.
La noche seguía desmoronándose y en los bolsillos solamente le quedaba amor para quince minutos.
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