miércoles, 18 de diciembre de 2019

2019

Papeles, cajas y no son regalos. Carros y no es “Ben-Hur”. Guardapolvos y no es “La muerte tenía un precio”. Intrigas y no es “El espía que surgió del frío”.
Gatos y pesadillas. 
Madrugadas.Trenes, metros, túneles, silencio.El templo del saber.
Tortillas deconstruidas, caldos reconstituyentes, hipsters de escaparate y camareros de reenganche.
Aficionados al fútbol; tal cual; todo dicho.
Perdido, encontrado; vuelto al redil.
Marcado, domado, alimentado; sin remisión.
El final de una etapa. Fin de fiesta. El mal conocido asomando la patita. Puñaladas sin sentido. El mal por el mal. La injusticia sin sentido.
Regreso a las raíces. 
Más gatos, más pesadillas. Caderas rotas, no la mía.
Nuevos caminos o antiguos deseos. Correas y bozales. Paraísos cercanos. Infiernos interiores.
Siempre: sol, océano, sal.
Sonrisas maravillosas, cínicas, vacías; mentiras piadosas que no lo son tanto. Abrazos tan cálidos de apariencia, pero ni queman ni reconfortan. Envoltorios de diseño para productos insulsos. Como pollos sin cabeza, como vacas sin cencerro, como perros sin cadena.
Intentando siempre aprender. Intentando poder entrar en la rueda. Intentando no entrar en el engranaje y cayendo siempre en la misma trampa.
Música compartida, bullicio; amigos recientes  que están siempre ahí
Administración, ordenación, libros, documentos…continuo dejavú.
El viento en la cara. La stamina. El asfalto, volar por los aires; saber que es una casualidad no haberse roto nada.
Aventureros que atrapan el instante, aprendices de magos que comienzan a mostrar sus trucos. Deseando volar, deseando conocer.
Reencontrarse con lo que jamás se había perdido. El cauce, el camino; las miradas siempre nuevas, siempre distintas. Inconsciencia consciente. Hacia adelante o quizás hacia los lados.
Lagartijas. Gatos, siempre gatos. Serpientes  También erizos. Premios, que nadie entrega, llegan después de muchos años.
Huido, escondido; no hay lugar donde esconderse.
Lo oscuro, la esquina donde refugiarse, tan negro como el abismo devorándolo todo, el rincón de hacerse un ovillo.
Esperando seguir sobreviviendo y luchando contra todos, con todos; en el camino, en el cauce, en el tránsito viendo hacia adelante siendo consciente de aquello que ha quedado atrás. Aguardando por lo que venga  deseando que siempre sea un regalo, una bola extra, una expectativa, un paso hacia lo inesperado.
Desde el espejo.Tan gris, tan plomizo; tan tú. 





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