miércoles, 30 de noviembre de 2011

Oruga

Al final del túnel solo se atisba el cielo plomizo repleto de mentiras dulces como los labios perdidosRompiendo ilusionado la crisálida para comprobar que se había convertido en una polilla gris 

Si no notase esta opresión en el pecho dudaría de estar vivo. Los bichos negros se divierten conjurando espejismos y arañando sus tripas.
Aquí y entonces soslayando las respuestas que ya conoce.
Volando a ciegas,deslumbrado por las luces de las lámparas ,abrasado por los vientos solares y siempre esperando la brisa de la noche que trae sueños amargos y pesadillas dulces.

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