Sus convicciones y sus anhelos hechos añicos.
Rotos los espejos y huyendo de espejismos no hay refugios.Tratantes de sueños hurgando en la cartera de las colegialas traviesas que suben a los lujosos automóviles de los Ciudadanos.
Nak se rasca la cabeza y no deja de pensar en sus convicciones y anhelos amontonados, listos para ser engullidos por el camión de la basura.
La noche sigue ahí y las sábanas ya no son parapetos
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