Pasa otra ambulancia sorteando la lluvia,Las sirenas de los servicios de emergencia atronan en las calles vacías.Tras las ventanas acechan,tras las ventanas llevan la contabilidad del bien y del mal.
Dicen que todavía resiste la esperanza en algún rincón. Alguien afirma haber visto algún leve gesto,alguna palabra amable,alguna sonrisa no forzada;pero Nak prefiere obviar las expectativas,retrasar lo obvio y aguardar a que pase otro tranvía amarillo cargado de oficinistas macilentos,muchachas ebùrneas de mirada bovina y sebosos Ciudadanos altivos .
Comienza a soplar una brisa primaveral y azul,Nak se prepara para la realidad,deja pasar dos tranvías y decide refugiarse en las viejas tabernas donde sabe que le encontrarán la madrugada y las sombras del deseo que nunca le abandona.
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