Nak apretaba los puños dentro de los bolsillos de su gabardina,la rabia crecía en él y sólo encontraba consuelo perdiendo su vista en el cielo amarillo,buscando algún gesto de inteligencia en los pedigüeños ñandúes polacos o descifrando laberintos en espaldas desnudas,
En un rincón oscuro Molibdebo disparaba su revolver con balas de fogueo y vomitaba.La noche resbalaba hasta el Océano tan despacio que los tratantes de sueños vendían su mercancía,
"Las calles llenas de hijosdeputa "-musitó Nak mientras el sabor del vodka barato inundaba su lengua,mientras el olor del sexo de la desconocida era sólo un recuerdo.
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