martes, 31 de diciembre de 2024

Balance 2024

 Comienzos. Papeles. Pantallas. Desayunos. Cafés. Miradas. Complicidades. Proyectos. Unión. Reunión. Despistes, más despistes. La brújula y marear. Equívocos. Silencios. El vacío. Las sonrisas en la boca y no en los ojos.

Autopistas de circunvalación. La incógnita de una sonrisa. Sabores vetados, sabores escondidos. Sabores distintos, sabores que huyen. Trenes con destinos incógnitos e itinerarios tan falsos como esas sonrisas de quita y pon. Mensajes. El eterno retorno, las mismas palabras ,idénticas razones :mismo resultado.

Juguetes y juegos. Juguetes sin pilas. Juguetes de usar y tirar. Jugar a romper juguetes que se creen irrompibles.

Infecciones. Bisturíes. El comezón de la anestesia. Puntos y apósitos. Chapuceros de bata blanca. Genios con bata blanca. Agujas. Hilo. Las cicatrices no sólo en la piel, las cicatrices no sólo en el alma.

Rutas redescubiertas. Rutas nuevas en lugares donde el aire parece pesar más y se atisban esquivos perros callejeros.

Lo nuestro. Lo vuestro. Lo de los otros. Frases que cobran sentido en cabezas ajenas. Lo paranormal, lo anormal ,lo subnormal.

Las goteras. Los parches. El agua se sigue filtrando, pero nadie parece darse cuenta, pero nadie quiere darse cuenta.

Lugares santuario. Lugares cámara de tortura. Lugares placer. Lugares inhóspitos. Lugares inexistentes. Tus lugares, sus lugares, nuestros refugios ;mis destinos

Personas que vienen, personas que van, personas que se diluyen, personas que eligen desaparecer, personas que se camuflan, personas que hacen piruetas dialécticas, personas de falsa sonrisa tímida: seres que pululan, que se arrastran, que hurgan ,monótonas ,en la condena cotidiana.

Al final ,simplemente, es seguir soltando lastre.

Finales. Comienzos. Cobrarse deudas, pagar deudas. La sensación de que han vuelto a jugar con dados cargados. La partida amañada, el juego del que siempre se supo el final. La mano que nunca se podrá ganar porque las cartas siempre parecen marcadas.

Fluir: otra estupidez para engañar incautos. Fluyen los demás , fluyen aquellos ,fluyen los vecinos y fluye el tiempo construyendo meandros de memoria y costumbre.

Coches. Metros. Autobuses...aviones quizás.

Mares. Sal. Arena. Piedra. Amaneceres. Palmeras. Tranquilidad.

La felicidad en pequeñas dosis, en un gesto que se reconoce antes de los amaneces, en una caricia que viene desde muy lejos, en una mirada que se conoce desde el comienzo de los tiempos; la felicidad en el roce, en palabras en clave, en el susurro.

Y risas, muchas risas; siempre la risa.

Seres encantados de haberse conocido, seres que sortean las olas sin inmutarse, seres que viven en sus hermosas mansiones cimentadas sobre los detritus de su soberbia.

Habitaciones, ojalá infinitas habitaciones de colores neutros, de aséptica soledad.

Cambios que no se vieron venir, cambios radicales , cambios estúpidos. Voltereta del destino con salto mortal al vacío.

Celeste que duele, el aroma y la brisa. El Océano. El regreso :siempre es regresar al lugar al que se cree pertenecer.

La débil línea que separa el devenir del tiempo y la memoria. Lo que fue y lo que no es, lo que es y lo que creemos que es. Lo pasado, lo acontecido y lo que realmente sucede. El tic tac demente de un reloj que comienza a fallar.

Llegando al final de este trayecto sabiendo que algunas cosas han salido bien, que los compañeros de singladura siempre han estado ahí y que tenemos fuerzas más que suficientes para continuar viajando hacia el sol; compartiendo las ilusiones, los deseos, las derrotas, las victorias, los abrazos ,los besos , las complicidades, alguna copa de vino y la dicha de poder compartirlo siempre.


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