Nak 494.0

 No vio venir el silencio de las ratas.No vio venir las olas repletas de inmundicia.No vio venir el gruñido agresivo del perro siempre fiel.

No vio venir el brillo sucio de los dientes sobre su piel,ni las falsas caricias,ni las hipócritas promesas, ni las sobreactuadas huidas hacia ninguna parte.

No vio venir la noche con sus traiciones sibilinas,ni los requerimientos desesperados,ni las muecas de mofa;ni tan siquiera vio venir el silencio de las ratas.

Nak no vio venir nada de aquello,ni tan siquiera era capaz de ver su borrosa y decrépita imagen en el sucio espejo del bar mientras eran susurradas en su oido palabras lúbricas y seráficas.

Nak se abandonó a todo aquello dispuesto a vivir otra mentira licenciosa ,otra pesadilla deseada;sabiendo que el daño y el placer siempre van de la mano.

En mitad de la noche el Océano siguió vomitando porquería y,en el callejón,las ratas no rompieron su silencio.