Rutas

 Atravesar los ríos de la noche para  morir, hastiado, en la orilla del amanecer. 

Bucear en el tétrico océano nocturno para acabar ahíto de terrores cuando el Sol se intuye sobre el horizonte. 

Transitar por los bulevares desiertos bajo las estrellas para terminar vomitando apoyado contra una pared que apesta a orines.

Buscar cierto equilibrio e intentar continuar la búsqueda mientras sólo consigues mantenerte a flote con ansiolíticos y vodka caliente.